#3 | ¿Y si nos ponemos todos a jugar?
Bob Black se manifiesta a favor de la «gresca permanente», aunque critica la formulación del ocio en el contexto capitalista: el tiempo que gastamos en ocio sirve para recuperarnos del trabajo.
El librito L’abolició del treball, editado por Descontrol, del ensayista Bob Black empieza así: «Ningú no hauria de treballar mai. El treball és la font de quasi tota la misèria al món. Gairebé qualsevol mal que puguem anomenar ve de treballar o de viure en un món pensat per al treball. Per deixar de patir hem de deixar de treballar. Això no vol dir que hàgim de deixar de fer coses, significa crear una nova forma de viure basada en el joc, en altres paraules, una revolució lúdica».
Jugar como juegan los vecinos de la calle Desengaño número 21 en Aquí no hay quien viva.
Jugar como cuando decidí que el peso de mi personalidad fiestera recayera en unas gafas estilo ciclista amarillas y una gorra New York Yankees. Hasta que las perdí y cerraron el ocio nocturno.
Jugar como las divertidísimas bromas que gasta la madre de Fabietto Schisa en È stata la mano di Dio, la última y maravillosa película de Sorrentino.
Jugar como cuando vamos de la sala 1 a la sala 2 de Clap, buscando reconocer miradas que nuestros ojos habían olvidado.
Jugar como vía de escape a los nervios que padecen los protagonistas de la serie Amor y anarquía cuando se dan cuenta de que se han enamorado.
Jugar, jugar y jugar. Black se manifiesta a favor de la «gresca permanente», aunque critica la formulación del ocio actual en el contexto capitalista: el tiempo que gastamos en ocio sirve para recuperarnos del trabajo. Y así, en bucle jornada tras jornada.
Seguramente acabaré siendo un lobo de Wall Street adicto al trabajo, pero me parece importante no dejar de reivindicar esta revolución lúdica. Mi padre siempre me achaca que esté siempre jugando o en broma, aún cuando atravesamos situaciones complicadas o serias.
Bob Black lo tiene claro: «El joc generalitzat condueix a la libidinització de la vida».
La viñeta que ilustra este texto es de Martí Melcion, y anda que no tiene razón: REALMENT ÉS NECESSÀRIA TANTA PRODUCTIVITAT !!!
Una canción que no me saco de la cabeza:
Y un fuerte abrazo,
jugar -y releerte- siempre!!!!!!